Posteriormente los guías nos enseñaron a las Ruinas Romanas de Torre Águila.
Más tarde nos fuimos a la Ermita de la Virgen de Barbaño donde hicimos una paradita para comer y jugar hasta caer rendidos. Antes de montarnos en el autobús de vuelta a Badajoz entramos en silencio a rezar a la Virgen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario